viernes, 1 de agosto de 2014

En Bolivia; el Poder ejecutivo destroza la reputación de las personas.

Alejandro Brown I.*


 Hoy, la figura no es tan distinta, las dictaduras del siglo XXI que implementaron los países del ALBA, no tienen ninguna diferencia con las dictaduras militares en términos de atropello a los derechos humanos,  represión, exilio, presos y persecución política, muertes y el extraño caso de cerca de 1000 exiliados políticos en un país supuestamente democrático. La diferencia está en los métodos que utilizan, antes se utilizaban paramilitares, mercenarios o militares mismo en la represión. Hoy la represión es más sofisticada, se toma el Poder Ejecutivo mediante voto, se des institucionaliza el país, se criminaliza a los actores políticos vigentes, y se toma el Poder político total, es decir el Legislativo, el judicial y el Ministerio Publico.

 El Poder ejecutivo destroza la reputación de las personas, en el Poder Legislativo sus miembros hacen coro de las acusaciones del Ejecutivo y el Poder Judicial primero a través del Ministerio Publico que se encarga de judicializarte y enterrar tu prestigio y amenazar tu libertad y el Poder judicial de darle forma al juicio y encarcelarte u obligarte a salir del país como es el caso de nosotros. Entonces, como veras es un sistema de represión muy eficiente y la comunidad internacional todavía se hace la de la vista gorda mientras hayan elecciones y como a América Latina le ha tocado vivir un periodo bastante largo de buenos precios de las materias primas, entonces eso dificulta entrar con un discurso principista.

 En el pasado, los dictadores perseguían de la misma forma a sus adversarios políticos, solo basta recordar que durante la centuria pasada también fueron exiliados Montes, Saavedra, Hernando Siles, Víctor Paz, Siles Suazo, Banzer, Guevara, Paz Zamora, por nombrar a algunos. Unos se sujetaron al asilo diplomático y otros huyeron a trancas y barrancas. El único que se había salvado, porque entró tarde a la política seguramente, fue Gonzalo Sánchez de Lozada; claro, ahora asilado en EEUU. Ese caso fue el primero de criminalizar un sistema, más allá de simpatías o antipatías con este señor, pero a través de ese juicio perfeccionaron su maquinaria e introdujeron un elemento muy importante para ellos, la criminalización con delitos que tengan un impacto muy fuerte en la prensa internacional, a Goni se lo acusa de Genocida, a nosotros de supuestos Terroristas, a otros de corruptos, o de enriquecimiento ilícito etc. Todos son delitos ficticios pero que tienen buena cobertura de prensa y un efecto devastador en el prestigio de quienes recibimos esos motes.

 Persecución político judicial contra los opositores por parte de fiscales y jueces afines al gobierno del MAS no son otra cosa que un allanamiento del camino de Evo Morales rumbo al totalitarismo.

 No olvidemos que somos hombres libres
 Por ellos siempre libres Cruceños seamos.


Perseguidos Políticos.

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