lunes, 2 de junio de 2014

EL USO ABSURDO DEL PODER…

Alejandro Brown I.*

Las elecciones presidenciales y legislativas en Bolivia están cada vez más cerca, y el candidato que le tiene que hacer frente a Evo Morales aún no está definido. A los opositores se les ha ocurrido que el candidato por el cambio de administración del Estado debe salir de un consenso con las bases, en una asamblea a realizarse a mediados del mes de junio.
¡Qué insólito!, ¿acaso Evo Morales consulta a sus bases para elegir a sus acólitos en el Palacio? ¿Será que la dirigencia de la oposición no se siente lo suficientemente capaz de elegir a las personas más probas para que nos representen en la Asamblea Legislativa y se le paren al líder cocalero?
De momento, lo único que están haciendo es perder tiempo valioso, porque mientras el Movimiento al Socialismo viene en una sistemática campaña proselitista con el dinero del Estado desde hace meses, hasta ahora no se sabe por quién va a votar el pueblo que ya está cansado de la corrupción, el atropello a las leyes y a los derechos de las personas.
El próximo 30 de junio es el plazo fatal para que los partidos políticos y agrupaciones ciudadanas presenten sus listas de candidatos al Tribunal Supremo Electoral  (TSE), para los comicios del 12 de octubre. En el MAS no hay ninguna duda sobre sus candidatos; el binomio Morales Ayma-García Linera se repetirá por tercera vez –aunque sea inconstitucional-.
En la otra vereda aparecen Samuel Doria Medina y su slogan ‘Carajo! no me puedo morir’, con un escaso porcentaje de aceptación popular; también está Juan del Granado, que no tiene arrastre en el oriente; mientras que Rubén Costas aún no sabe para qué lado jalar su carreta pese a que constantemente dice que es candidato pero no sabe a qué.
Lo cierto es que Evo Morales, que gobierna desde 2006, busca su tercer mandato, y esta vez no se conformará con ganar, quiere superar los dos tercios de votos y escaños: arrasar es la consigna. Así lo pronosticó Miguel Ángel Bastenier, editorialista del diario El País de España, uno de los más importantes del mundo.
¿Pero a qué viene esa necesidad? En una reciente entrevista en Vanity Fair, publicación poco afecta a lo precolombino, aseguraba el presidente que “no más”, que había que dar paso a otras generaciones. Pero son bastantes los que en Bolivia creen que la magnitud de su victoria puede ser indicador o pretexto para cambiar de opinión. Da por sentado que “Evo ganará sin despeinarse”, mientras la oposición “sigue deshojando la margarita en torno a una candidatura única que sea capaz de plantarle cara al caudillo, hasta ahora imbatible”.
El presidente, convertido en oráculo de la Bolivia indígena, ha desplegado en los últimos meses una gran actividad para amueblar de lujo su victoria. El politólogo Horst Grebe subraya cómo “ha puesto en campaña a todo el aparato público, sellado alianzas con la cúpula sindical, cooperativas mineras, campesinos y productores de coca, con regalos y beneficios como un aumento salarial bastante por encima de la inflación”. Eso hacia dentro, pero hacia fuera la actividad no ha sido menor: “A su estrategia electoral ha incorporado la demanda contra Chile de restitución de un acceso soberano al Pacífico, presentada - el 13 de abril de 2013- ante la Corte Internacional de La Haya”, que reivindica los 400 kilómetros de costa que Bolivia perdió en la guerra de 1879. Con gran habilidad el mandatario ha logrado atraer a una voz crítica como la del expresidente Carlos Mesa a un comité de reivindicación de la salida al mar, lo que no ha impedido al veterano periodista y politólogo tachar la candidatura reeleccionista de Morales de anticonstitucional. Y aun se podría añadir a la lista de operaciones del lanzamiento en China del satélite de comunicaciones boliviano Túpac Katari, el 20 de diciembre del año pasado, aunque haya sido con sobreprecio y una farsa; y muy señaladamente la cumbre del 14 y 15 de junio en Santa Cruz del Grupo 77 + China, una especie de acampada fraternal del mundo en vías de desarrollo, que agrupa a 133 Estados, bajo la presidencia de Bolivia en todo 2014.
Y otra cosa que no se ha dado cuenta la oposición es que Evo Morales ha puesto a trabajar a sus posibles contrincantes para él. Con esta politiquería del histórico discurso del mar, el MAS ha alineado a los expresidentes Jaime Paz, Jorge Quiroga, Eduardo Rodríguez y Carlos Mesa. Paradójicamente todos son contrarios al ‘régimen evista’ pero nadie le puede decir ‘no’ al mar y han tenido que ponerse bajo las alas de Morales en esta causa.
Con Manfred Reyes Villa y Mario Cossío fuera de escena, a Evo poco le preocupa la oposición dividida que quedó en casa, porque hasta el momento no logra enroscar un proyecto viable que modifique las encuestas.
Y no es que no se pueda, material hay, y bastante. Los escandalosos casos de corrupción, extorsiones, nepotismo, tráfico de influencias e intromisión en la justicia deberían ser utilizados hábilmente por la oposición para desenmascarar a este gobierno, pero todos guardan un silencio cómplice.
Lo que se viene con la Cumbre del G77 será el coronario de Morales. Se ha gastado y se está gastando la mayor cantidad de recursos de los bolivianos en la campaña proselitista más grande de la historia; puesto que al fin y al cabo la resolución de la cumbre será un espaldarazo a la gestión de Morales y a su candidatura. Los delegados de los 133 países que vendrán a Santa Cruz serán tratados como reyes para que como cortesía apoyen a Evo.
Para colmo, la reunión se presenta en la ciudad de la ‘Media Luna’ que ha sido el bastión tradicional de la oposición, que hoy tiene a Evo, sin embargo, como favorito electoral, compartiendo sonrisas con los empresarios cruceños, que con su Gobierno ganan más dinero que nunca. En su obra de autogratificación, cuenta con palmeros excepcionales como el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, que en su última visita aseguró que “Bolivia nunca ha estado tan bien como ahora”.
Para demostrar su conquista en el oriente, el MAS se atrevió a utilizar al cantautor Aldo Peña. Si bien el artista no es político y está en todo su derecho de trabajar, no tiene derecho a romper la ética, el Movimiento al Socialismo cambió la letra del emotivo himno de ‘Autonomía carajo’, por ‘Alcemos la mano por Evo, líder del Hotel de las Américas’, en la misma voz. Una nueva bofetada al pueblo cruceño, es decir que mientras le sirve la autonomía la usan, así de igual forma mientras le sirva alcen las manos pro Evo  será útil.
Ahora el MAS ya no tiene más que ofrecer, al desnudo quedaron sus intenciones de hacer del poder un negocio.
En ese panorama triunfal no han dejado de aparecer, sin embargo, brotes de sarpullido que podrían infectarse. A fin de abril estalló una insurrección masiva de suboficiales que protestaban por la situación material en que vivían, de los que 715 fueron inicialmente pasados a retiro. Muchos creyeron ver entonces el anuncio de una ruptura entre el Gobierno y uno de sus aliados privilegiados. Militares y policías, absorben cerca del 50% del Presupuesto y la gratitud de la cúpula castrense se ha dejado sentir expresando su adhesión al proceso de cambio, así como en la sustitución del grito de guerra “subordinación y constancia” por el de “Patria o muerte, venceremos”, donde el eco del castro-chavismo suena como tintineo de dólares.
¿Le ha hecho daño al presidente la revuelta de subalternos? Encuestas recientes reflejan un apoyo popular de un 34%, muy lejos del Himalaya habitual por encima del 60% en el que ha vivido nuevamente el jefe del Estado. Y es que hay un desgaste del poder por rechazo al continuismo y a la megacorrupción que la propaganda oficial no puede tapar.
Ante las elecciones de octubre, una oposición cuyas figuras más representativas son Juan del Granado, candidato del MSM (Movimiento Sin Miedo); Rubén Costas, gobernador de Santa Cruz, por el MDS (Movimiento Democrático Social); y el cementero Samuel Doria Medina, del Frente Amplio, tiene poco que hacer ante el líder cocalero, digan lo que digan encuestas coyunturales.
El presidente es un viejo zorro aunque solo tenga 54 años, y todo parece jugar a su favor: La fiebre mundialista cobra temperatura y hasta el presidente se pondrá en onda para debutar en la escuálida Liga del Fútbol Profesional. Así, con circo de por medio, el deporte concentrará la atención del público antes de que los ajetreos preelectorales ganen de nuevo impulso. El mandatario es un futbolista frustrado y, si el gremio cocalero del que procede hubiera tenido selección, seguramente habría destacado en ella.
Por otro lado algo que ha dejado en evidencia y mencionado por el publicista Raúl Peñaranda hace un dramático colofón: “Evo Morales lo tiene todo a su favor: maneja a su antojo los recursos del Estado, sujeta con mano de hierro un bloque de medios de comunicación, controla la Justicia y manipula movimientos sociales y sindicatos. Aun así, no está claro el margen de victoria; que si fuera corto, en el caso de que la oposición lograra unirse, constituiría una buena noticia para la maltrecha democracia boliviana. Pero, al contrario, una victoria amplia implicaría fortísimos desafíos para la libertad de expresión, los derechos humanos y, en general, toda la sociedad”.
¿Realmente pasará? La respuesta a esta interrogante la veremos luego de los comicios de octubre. Mientras tanto, esperemos que a la oposición no le ocurra lo que al camarón que se durmió, y se lo llevó la corriente.
No olvidemos que somos "Hombres Libres".
Por ello "Siempre libres cruceños seamos"…


Perseguido Político.

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