Abog. Alejandro Brown I.*
Una manzana podrida infecta a
todos en el cajón. Así podemos resumir lo que sucedió con la oposición en el
país, pero ante todo en Santa Cruz.
Y es que como si de una
enfermedad contagiosa se tratara, cuando metemos en un frutero una manzana que
empieza a podrirse comienzan a hacerlo las demás frutas que están más cerca de
ella, y por efecto dominó terminan todas echadas a perder.
Una persona puede ser llamada
manzana podrida por ser alguien malo entre un grupo de buenas personas. El
término es aplicado especialmente a la ‘traición’ de quienes eran considerados
líderes y bastiones de la lucha contra la corrupción, el autoritarismo y la
hegemonía de poder del Movimiento Al Socialismo.
La victoria del MAS en Santa Cruz
fue orquestada por muchos. Mientras el gobernador Rubén Costas tocaba el
acordeón, Evo Morales bailaba de la mano del alcalde Percy Fernández ante el
aplauso de los empresarios y la venia de los traidores, que vendieron su alma,
sus principios y a su pueblo, por cinco monedas de corcho.
Estas manzanas nocivas resultaron
muy contagiosas al propagar la insensatez a su alrededor, viéndose reflejada el
pasado 12 de octubre en las urnas.
Al conocer los resultados en boca
de urna, predominaron las caras largas y la tristeza en la mayoría de los
cruceños, con la gran interrogante del ¿qué pasó?
Se comenzó a culpar a los demás
de la derrota en el departamento donde hace 4 años atrás Evo Morales ni
siquiera era bienvenido en la Feria Exposición. Sin embargo el peso de la humillante
pérdida lo cargan los mismos opositores que no tuvieron la capacidad de
despojarse de sus intereses personales unificando un solo frente, y más bien
dispersaron el voto convirtiéndose en serviles al gobierno cocalero.
‘Cosecharás lo que siembras’. Con
la actitud de los opositores y de los que cambiaron de bando al mero estilo
tránsfuga de los años ’80 y ’90, la reacción de la gente que siempre estuvo en
contacto con estas personas dañinas fue de ofuscación a la hora de votar.
Pero aun así, la frustración de
la población no fue para tanto y se demostró con la masiva asistencia a los
recintos electorales que el país necesita un cambio.
Sin embargo, el gusano de la
manzana más grande y más podrida de todas (el Movimiento Al Socialismo) salió
de su capullo para tragarse los votos y escupir la democracia. Nos referimos al
Tribunal Departamental Electoral (TDE), que dio pie al cantado fraude
electoral.
Hacer votar a los muertos e
inhabilitar a los vivos no fue suficiente, el servil Tribunal cambió más de 200.000
votos, lo que representa casi el 20% del padrón de Santa Cruz. La denuncia
formal ya fue presentada por el futuro senador Oscar Ortiz, quien formuló la
impugnación y en esas mesas se debe proceder a la anulación y repetirse la
votación.
Entre los cuestionamientos hay
casos de mesas con más votos que votantes habilitados, actas con los resultados
repintados y otras que no fueron firmadas por tres jurados como manda la ley.
El fraude ha sido tan evidente
que el TDE publicó resultados parciales del cómputo sin antes haber
digitalizado y subido a la web del Tribunal los datos de las mesas escrutadas,
como se hacía en anteriores comicios.
Ante la lluvia de críticas, que
dicho sea de paso el mismo líder de los cocaleros Evo Morales se sumó, las
elecciones en todo el país deberían repetirse, porque el mismo caso de Santa
Cruz lo han sufrido Tarija y Chuquisaca.
El diputado Luis Felipe Dorado
también señaló que “el MAS no ha ganado en Santa Cruz, ganó el fraude
electoral”, indicando que hay pruebas contundentes de esto, como el hecho de
que en mesas con 280 votantes hubieran 500 sufragios por el partido de
gobierno.
“Le decimos al MAS: dejen de
trampear, porque no le están trampeando a la oposición, sino al pueblo
boliviano. El pueblo está molesto y puede reaccionar”, dijo.
Y es que las actas con graves
irregularidades constituyen más del 10% de la votación, porcentaje que define
quién está primero en Santa Cruz. Sin el fraude en estas mesas gana Unidad
Demócrata.
Esto demuestra que pese a tener
actualmente una de las más paupérrimas oposiciones de todos los tiempos, el
sentimiento de la población es de rechazo hacia el MAS, que nuevamente movió su
rodillo para aplastar la institucionalidad del Órgano Electoral, como ya lo
hizo con la Justicia, y volvió a gestar un golpe a la democracia promoviendo un
nuevo fraude electoral.
Perseguido Político.