jueves, 4 de septiembre de 2014

Scouts Británico, 28 AÑOS DESPUÉS



“¡Vaya! cómo se llamaba”

(¡Lo que es la nostalgia!) y de pronto, cuando vuelves a tu rutina diaria y tratas de retomar el camino de vuelta a casa te encuentras de frente con aquellos compañeros y amigos del Grupo Scouts Británico que también han variado, precisamente, hoy su ruta de vuelta a casa.

Lo primero es la mirada de sorpresa y ese calorcito en los cachetes (mierda... ¿por qué me pongo rojo a mi edad?¿por qué tengo esta sensación de vivir en el ‘87). Nos saludamos, llamándonos por el apellido (creo que él y ella tampoco se acuerdan de mi nombre) e intercambiamos unas tontas palabras de cortesía (profesión, trabajo, matrimonio, hijos…). Es una sensación extraña, porque cuando iba a clases o a las reuniones de los sábados, se sentaban cerca o era de mi patrulla Scouts, también era uno de mis mejores amigos. ¡Vaya! ¿cómo se llamaba?

Y de pronto nos ayuda el recuerdo. ¿Estabas viendo el recuerdo? Sí, hacía mucho que no pensaba así. Ni yo. Y la conversación se vuelve de lo más fácil en estos chat de WhatsApp. “Qué burrera”, me dice, miramos este pasado "fotos" con cariño con lo mal que lo pasábamos en algunos campamentos. Bueno, le contesto optimista, nos lo pasábamos bien. Mira esta foto. ¿Te acuerdas cuando subíamos por aquella mesa y nos colgábamos de la portada de nuestro subcampo y cuando Tania, preparo una obra de teatro con los lobatos? Sí! Vos te acuerdas cuando fuimos a dar serenata y las tres hermanas con viruela, nos saludaron del balcón en aquella casa bonita luego todos teníamos que caminar hasta el  Mercado Los Pozos para poder tomar Trufis.

-Sigue veintipico años después…y será que ellos recordarán de los buris improvisados que programábamos después de las reuniones de los días sábados.
Y de pronto recordamos mil detalles tontos. ¿Te acuerdas? joder, qué mal que lo pasábamos cuando en algún campamento no lo dejábamos dormir y nos castigaba con ejercicios, el jefe Alex. O cuando fuimos Jamboree de Cochabamba, donde también tenemos algunas anécdotas vividas.

Y así varios minutos. De un saludo entrecortado e incómodo a una conversación animada y reconfortante. Oye dame tú móvil, vos también; tendríamos que hacer un junte, ¿Han visto a alguno de estos últimamente? Ellos tampoco les habían visto hacía mucho. Nos damos la mano, y nos prometemos que en la próxima nos tomamos algo y recordamos más tiempo, porque hoy los tres tenemos prisa.

Es curioso cómo de pronto un olor, un sonido o una cara en una foto abren la caja de Pandora y recuerdas sin esfuerzo tantas cosas que no se han conseguido borrar con los 28 años. Me alegro de haber cambiado hoy de rumbo y de haber estado ese breve rato tan agradable con, con… ¡Vaya! ¿Cómo se llamaba?.

Sólo puedo decirles gracias por su amistad y su cariño de siempre. Gracias por formar parte de mi vida y mis recuerdos. Gracias por estos 28 años... ¡Y que vengan muchos más!

Alejandro Brown I.
Perseguido Político.






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