Alejandro Brown I.*
Resulta que hoy, las elecciones generales que debían realizarse el 5 de octubre de este año, ya no se llevarán a cabo en esa fecha y anuncian otro día y otro mes para los comicios. Esta noticia ha empantanado a los posibles candidatos y candidatas que piensan hacerle frente a Evo Morales.
Una estrategia por demás de filistea del Movimiento al Socialismo, MAS, en la cual ha caído la fraccionada oposición. Los ‘verdes’, ‘amarillos’, ‘celestes’ y ‘rosados’ están dedicados a solucionar la polémica de cuándo van a ser las elecciones y se han olvidado de lo que van a presentar ese día -cuando sea que llegue- para que el ciudadano los elija.
Todo este embrollo ha surgido porque un vocal del Tribunal Supremo Electoral, TSE, dijo que los comicios generales no tienen fecha definida y que se debe convocar con 150 días de anticipación, pero que sin duda serán este año, no en 2015. “Nunca pusimos una fecha oficial, ni mes ni fecha concreta, nada”, acotó.
Desde que Evo Morales oficializó su re-reelección, que dicho sea de paso es anticonstitucional, puso día, mes, hora y hasta el porcentaje con el que iba a ganar las elecciones del 2014. Pero mañosamente aparecen estos vocales, Wilma Velasco y Ramiro Paredes, a menos de 7 meses de estos comicios, a decir que no hay fecha, y el MAS guarda silencio sepulcral.
La lectura es simple, la idea del partido de los cocaleros es que la oposición se enfrasque en el tema de la fecha y se olvide de hacer un plan de gobierno, se olvide de hacer buenas alianzas, se olvide de buscar el bien común y a los ciudadanos más idóneos que nos representen en la Asamblea Legislativa Plurinacional. Sobre que conseguir todos estos puntos ‘cuesta un Potosí’, por la ambición personal de los políticos y oportunistas, ahora su atención está en otra cosa.
Como ya nos tiene acostumbrados el MAS, las cortinas de humo son sus especialidades, y esta vez como casi siempre, hemos caído en ella. La oposición manifestó su preocupación por que dice que se deben cumplir los plazos constitucionales y si las elecciones se realizan en noviembre o en diciembre, no alcanzará el tiempo para una eventual segunda vuelta. ¿Segunda vuelta?, si ni a la media vuelta hemos llegado aún.
¿Pero cuáles son las verdaderas intenciones del MAS de atrasar los comicios y cantada re-reelección del líder cocalero? Simple, que el TSE genere incertidumbre y los opositores se dediquen a esta polémica, mientras Evo Morales tiene más tiempo para su campaña; además de hacer los moldes amañados para el manejo de datos en el exterior, que va a ser la novedad y un posible punto flaco del régimen evista con el voto castigo en el extranjero.
Sin lugar a dudas que esta medida de retrasar los comicios tiene como objetivo favorecer al Gobierno, además este tema demuestra la ineficiencia de parte del Tribunal Supremo Electoral y su servidumbre al Movimiento al Socialismo.
Lo que pasa es que la oposición estableció un criterio para enfrentar la campaña electoral. La rapidez. No prevé una campaña larga porque es imposible competir con los recursos y el apoyo que tiene el Gobierno para enfrentar una campaña larga.
Por eso decidió hacer una campaña corta, además que está el tema del fraccionamiento, porque los intereses personales han hecho imposible que haya un consenso y se maneje un solo candidato, situación que favorece aún más al séquito masista, porque con el voto dividido, la ganancia es para el que tiene mayoría.
El servilismo del TSE hacia el Ejecutivo lo ha llevado a iniciar un proceso de abrir el mapa electoral y esto le ha dado el pretexto perfecto para retrasar la convocatoria de las elecciones.
Aparte de que hay otro elemento que no está concluido, como es el empadronamiento de ciudadanos en el exterior. Todo esto conforma un panorama que siembra incertidumbre ante las elecciones generales que deben realizarse este año.
La Ley de Régimen Electoral establece que la convocatoria debe lanzarse 150 días antes de las elecciones generales, cuando los partidos políticos podrán postular a sus candidaturas presidenciales. Una vez cumplido el plazo, se determina otros 60 días en caso de realizarse una segunda vuelta. Todo esto busca dilatar y generar desinformación al respecto.
Otro punto de vista es que el gobierno del MAS quiere llevar las elecciones a noviembre o diciembre para permitir que la votación coincida con la entrega de algunos bonos y la oficialización de un segundo doble aguinaldo, más los regalos para los nuevos bachilleres que este año votarán.
El cálculo es preciso y es un hecho que el gobierno hará las elecciones en la fecha que más le conviene. Ahora la oposición no debe entrar en la cortina de humo de plazos o días, y más bien dedicarse a trabajar en unas buenas ofertas de gobierno, en gestar un plan operativo, en hacer las alianzas respectivas y seducir al votante con un vuelco de timón que encause al país hacia la verdad, la libertad y el progreso.
*Perseguido político